Ubicación: El area de campo del cielo se puede hallar hacia la zona suroeste del chaco limitando con Santiago del estero.Algunas localidades del área son Gancedo, Charata, General Pinedo, el Paraje Las Víboras, Mesón de Fierro y Hermoso Campo.Sus cordenadas son 27°S y 60°/50°O
Masa (en toneladas) | Nombre | Año de descubriento |
---|---|---|
~15 | el Mesón de Fierro o Otumpa (desaparecido) | 1576 |
0,8 | Runa Pocito o Otumpa | 1803 |
4,21 | el Toba | 1923 |
0,025 | el Hacha | 1924 |
0,732 | el Mocoví | 1925 |
0,85 | el Tonocote | 1931 |
0,46 | el Abipón | 1936 |
1 | el Mataco | 1937 |
2 | el Taco | 1962 |
1,53 | la Perdida | 1965 |
3,12 | las Víboras | 1967 |
~37 | el Chaco | 1969 (extraído en 1980) |
~10 | Tañigó II (desaparecido) | 1997 |
14,875 | la Sorpresa | 2005 |
7,85 | el Wichí o Meteorito Santiagueño | 2006 |
Mitologia
El fenomeno de campo del cielo influyo radicalmente en la mitología de distintos grupos aborigenes de la zona
El mito qom consideró que las "rocas" (aerolitos) eran gotas del sudor del sol; de este modo se les rendía culto diciéndose que cuando amanecía en días despejados se transformaban en erectos troncos de árboles (parece haber aquí, en la estructura de este mito, la noción de una fertilización de la Tierra a partir de eventos solares), igualmente los toba y etnias vecinas como las de los mocovíes y abipones suponían al área del Campo del Cielo como un sitio en el cual se encontraban íntimamente la Tierra y el Sol, y homológicamente: lo terrestre y lo celestial, lo común y lo divino.
“...entonces fue cuando por todas partes corrieron inundaciones de fuego, y llamas que todo lo abrazaron y consumieron; árboles, plantas, animales y hombres. Poca gente mocoví, por repararse de los incendios, se abismaron en los ríos y lagunas, y se convirtieron en capiguarás y caimanes. Dos de ellos, marido y mujer, buscaron asilo en un altísimo árbol, desde donde miraron correr ríos de fuego que inundaban la superficie de la tierra; pero impensadamente se arrebató para arriba una llamarada que les chamuscó la cara y convirtió en monos...”
El mito qom consideró que las "rocas" (aerolitos) eran gotas del sudor del sol; de este modo se les rendía culto diciéndose que cuando amanecía en días despejados se transformaban en erectos troncos de árboles (parece haber aquí, en la estructura de este mito, la noción de una fertilización de la Tierra a partir de eventos solares), igualmente los toba y etnias vecinas como las de los mocovíes y abipones suponían al área del Campo del Cielo como un sitio en el cual se encontraban íntimamente la Tierra y el Sol, y homológicamente: lo terrestre y lo celestial, lo común y lo divino.
“...entonces fue cuando por todas partes corrieron inundaciones de fuego, y llamas que todo lo abrazaron y consumieron; árboles, plantas, animales y hombres. Poca gente mocoví, por repararse de los incendios, se abismaron en los ríos y lagunas, y se convirtieron en capiguarás y caimanes. Dos de ellos, marido y mujer, buscaron asilo en un altísimo árbol, desde donde miraron correr ríos de fuego que inundaban la superficie de la tierra; pero impensadamente se arrebató para arriba una llamarada que les chamuscó la cara y convirtió en monos...”
Del misionero jesuita Guevara acerca del mito Mocoví de la caída del sol (1764)
El mito wichí difería, quizás porque los wichi no fueron testigos directos de la lluvia meteórica y conocieron el mito de parte de sus vecinos, transformándolo acorde a su sistema de creencias. Para los wichis la lluvia meteórica había ocurrido cuando los yaguares atacaron a la luna, quitándole algunos pedazos. Otra explicación para la diferencia entre los mitos qom y wichi puede haberse debido a que los ancestros de los toba al hallarse en el sítio más próximo de la lluvia meteórica percibieron a los aerolitos como objetos grandes y de un color y brillo semejantes a los del sol, mientras que los wichi habrían visto una gran lluvia de "estrellas fugaces" de un color "plateado" semejante al de la luna.
NOTA: Esta entrada participa en la L edición (marzo) del carnaval de la física en El mundo de las ideas
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