Aqui en la tierra, bajo el mar, podemos encontrar chimeneas submarinas.Estas fumarolas forman ecosistemas avanzados de vida bajo el mar, que se basan en el calor y los productos quimicos que las chimeneas expulsan.
Funcionan cuando el agua de mar se filtra en el subsuelo, que se encuentra a altas temperaturas debido a la actividad volcánica de la zona. Durante el proceso de filtración, la composición química del agua varía: algunos compuestos químicos precipitan y se disuelven otros nuevos, debido al cambio de temperatura y de presión. Finalmente, el agua regresa al exterior, donde sufre un enfriamiento brusco al mezclarse con el agua de mar que rodea la fumarola. Al enfriarse, los compuestos químicos precipitan formando la chimenea.
La vida en las fumarolas está atada a la energía y al calor que se desprende de las aguas hidrotermales. El ecosistema se mantiene gracias a la quimiosíntesis bacteriana, (único lugar donde la quimiosíntesis se considera entrada de energía nueva al sistema). Las bacterias aprovechan los compuestos inorgánicos que las fumarolas expulsan al medio para obtener energía y así transformarla en materia orgánica, disponible para el resto de los organismos. Estas bacterias son la base de todo un ecosistema de vida basado no en la fotosíntesis, como el resto de los organismos que conocíamos hasta ahora, sino en la quimiosíntesis, en la energía proveniente de las fumarolas. Muchos de ellos son organismos sésiles que recubren las chimeneas de las fumarolas, pero también podemos encontrar mejillones, cangrejos, e incluso peces. Toda una red trófica cuya base se encuentra en la energía de los sulfuros emitidos por las fumarolas.
La existencia de vida en estas fumarolas y sus alrededores aumentan las posibilidades de vida en "otros lugares del Universo" como por ejemplo Europa, la luna joviana.
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